Este 28 de Noviembre terminaron las Jornadas de Reflexión Cristiana, comúnmente llamadas convivencias, y dirigidas al alumnado de Bachillerato. Han sido 4 semanas seguidas en las que Carlos Fernandez y Ana Unzurrunzaga han dinamizado estos encuentros por clase, de una mañana completa, con el tema: “Cambiar yo para cambiar el mundo: Amor y más amor, que nunca dice basta”.
Como queda reflejado en el título, teniendo como hilo conductor una frase de Joaquina, fundadora de nuestra familia Vedruna, los alumnos han tenido un espacio y tiempo de encuentro con ellos mismos, con los compañeros y con Dios, a través de la reflexión personal guiada, de compartir en grupos y de la oración.
Es esta una experiencia que los alumnos valoran muy positivamente por lo que les supone de parar en el ritmo loco de la semana y de la vida en general, de hacerse preguntas que quizá nunca se han hecho, de verbalizarlas y escuchar a otros desde el fondo y de echar un vistazo a lo que han podido vivir hasta ahora y cómo quieren seguir viviendo a partir de ese momento.
Han sido 4 grupos muy distintos y cada grupo ha hecho su experiencia, de la misma manera que dentro de cada grupo el grado de madurez, de implicación... de los/as alumnos/as no ha sido el mismo.
Al terminar esta experiencia, resuena en nosotros esta frase de Carmen Laforet: “Algunas cosas pueden parecer nada y lo son todo. hay que saber ver, aprender a apreciar lo menudo y a despreciar lo que solo hace bulto. nada que parece grande ni que reluce en exceso tiene gran validez. Lo bueno es aquello que sin grandes destellos lo llena todo”.
¡Gracias chicos/as por la experiencia que nos haceis vivir cada año!¡Es un regalo!¡Sois un regalo!
Carlos y Ana