El 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida.
¡Que nos quede claro! Una persona con discapacidad es aquella que teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Para 2022, el lema es el siguiente: "Soluciones transformadoras para un desarrollo inclusivo: el papel de la innovación para impulsar un mundo accesible y equitativo". ¿En qué se pone el foco? En la innovación para conseguir sociedades accesibles y equitativas. La ONU considera que respetar los derechos de las personas con discapacidad no solo es una cuestión de justicia sino también una inversión de futuro.
Las personas con discapacidad son la minoría más amplia en el mundo, y suelen tener más dificultades que otros colectivos en todos los niveles, sobre todo en el acceso a la educación, al mercado laboral, y dificultades económicas.
¿Sabéis? La ignorancia es la causa de la discriminación que existe en torno a las personas con discapacidad, ya que está totalmente demostrado que, una vez eliminadas las barreras y obstáculos a la integración de estas personas, pueden colaborar activa y productivamente en la sociedad.
Como seguidores de Jesús de Nazaret, nos basta con abrir el evangelio. Está plagado de ejemplos, alusiones, actos reales y directos de atención a las personas que muestran dificultades, limitaciones. Tan reales y directos que se consideran milagros. Y por si alguien lo duda, ahí está el “Venid benditos de mi Padre, porque...” (Mt 25, 34). Alguien comentó una vez: «Hoy Jesús añadiría: ‘Ven bendito de mi Padre, porque yo no sabía cómo aprender a hablar y a leer, y tú me enseñaste’». Atender a las que hoy llamamos “personas con discapacidad” es, por tanto, el mensaje más constante del evangelio; es un imperativo; es su tendring topic.
¡Comprométete! Crea conciencia sobre las diferentes capacidades que tenemos las personas, que realmente es lo que hay que valorar en una persona. Y por supuesto trabajar por la integración y no discriminación de las personas con discapacidad.
¡Y no dejes de escuchar esta canción!: Perfectos imperfectos
Imanol O.; Izan V.; Angel W. y Alvaro S.J., 1º Bach B