Todos los años, el día 1 de diciembre, en todo el mundo se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Esta fecha nos brinda la oportunidad de recordar la importancia de la prevención y el apoyo a quienes viven con el VIH, y la necesidad de erradicar el estigma y la discriminación que aún rodean a esta enfermedad.
En el año 2020, la atención global se centró en la pandemia de la COVID-19, que afectó de manera significativa a nuestra salud y a nuestros sistemas de atención médica. Esta situación nos hizo comprender de manera más profunda cómo las pandemias pueden impactar nuestra vida cotidiana, así como nuestra sociedad en su conjunto. La pandemia de la COVID-19 ha resaltado la interconexión entre la salud y otros aspectos fundamentales de la sociedad, incluyendo la igualdad de género, los derechos humanos, la protección social y la economía. Es en este contexto que el lema del Día Mundial del Sida este año 2023 es "Que lideren las comunidades."
Desde su instauración en 1988, el Día Mundial del Sida nos recuerda constantemente que el VIH no ha desaparecido y sigue siendo una amenaza para la salud global. Hoy en día es fundamental aumentar la financiación para investigación y respuesta a esta enfermedad Además, es fundamental que la sociedad en general tome conciencia de cómo el VIH afecta a las personas para eliminar el estigma y la discriminación y mejorar la calidad de vida de quienes conviven con ella.
En esta jornada, se realizan actividades de concienciación en todo el mundo. El lazo rojo, símbolo universal de solidaridad, se muestra en ropa, banderas y edificios emblemáticos en señal de apoyo a quienes viven con el VIH. Muchas personas que viven con el VIH aprovechan este día para compartir sus historias y experiencias, contribuyendo a una mayor comprensión y empatía. Organizaciones y grupos de apoyo se movilizan para recaudar fondos y generar conciencia sobre la importancia de la prevención y el tratamiento.
La solidaridad y la responsabilidad compartida son fundamentales en la lucha contra el VIH. En este Día Mundial del Sida, recordemos que juntos podemos lograr un mundo libre de estigma, discriminación y VIH. Al igual que Jesús de Nazaret se acercó a quienes padecían enfermedades estigmatizadas en su época, escuchó sus necesidades y les ofreció apoyo, nosotros también debemos abrazar la compasión y la empatía como pilares en nuestra lucha contra el VIH.
En este día, hagamos una pausa para reflexionar sobre la importancia de la solidaridad global y la responsabilidad compartida. Recordemos que cada uno de nosotros puede contribuir a esta causa y marcar la diferencia en la vida de quienes viven con el VIH.
(Erik G; Jorge V. eta Darío G., 1º Bach A)
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