
Cada año, el 3 de diciembre, se celebra el Día Mundial de las Personas con Discapacidad. Es organizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y se lleva celebrando desde 1992. Este día nos permite reflexionar sobre la importancia de que todas las personas tengan las mismas oportunidades, dejando de lado los prejuicios y los estereotipos.
Desde los años 60, el trato hacia las personas con discapacidad ha mejorado mucho gracias al cambio de mirada social. Se pasó de ver la discapacidad como un problema individual a entender que las verdaderas barreras están en la sociedad.
La ONU promueve campañas para que la gente visualice los desafíos a los que se enfrentan estas personas (como el acceso a la salud, la educación y el empleo). Los datos no mienten: según la ONU, las personas con discapacidad tienen el doble de riesgo de sufrir problemas de salud como depresión, diabetes u obesidad. Se calcula que 1.300 millones de personas en el mundo viven con una discapacidad significativa, es decir, una de cada seis personas. Aquí, en el País Vasco, el 8,4% de la población tiene alguna.
Pero más allá de los números, está la actitud. Hay que eliminar barreras arquitectónicas, sí, pero también las mentales. Todos somos humanos y todos nos merecemos el mismo respeto.
En la Biblia, en Mateo 9, vemos cómo Jesús no solo cura a un paralítico, sino que le devuelve su lugar en la comunidad. Jesús no ve la discapacidad, ve a la persona. Y como él, debemos construir una comunidad donde cada persona, con sus capacidades y sus límites, se sienta acogida, valorada y amada. Este pasaje nos recuerda que todos somos valiosos y que es nuestro deber acoger, incluir y apoyar a quienes son diferentes.
Por eso, nuestro compromiso es claro: queremos organizar talleres de lengua de signos y charlas con protagonistas reales. Porque para concienciar, nada mejor que ponerse en el lugar del otro.
(Maren S., Grace T., Natalia G. e Izaro D., 1º Bach A)
“La escuela El Carmen Indautxu Ikastetxea es responsable de la selección y presentación de los puntos de vista que figuran en esta publicación y de las opiniones que en ella se expresan, que no coinciden necesariamente con las de la UNESCO ni comprometen a la Organización”