Consulta nuestra amplia oferta educativa desde 1 año hasta los 18 y nuestra visión, misión y valores; con una metodología activa, participativa e innovadora donde apostamos por el Trabajo por Proyectos, el Aprendizaje Cooperativo y el uso responsable de las nuevas tecnologías, dentro de los modelos lingüísticos B y D.
Los estudios que se imparten en el colegio abarcan las siguientes etapas educativas:
Aula de 1 año
Aula de 2 años
Educación Infantil
Educación Primaria
Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.)
Bachillerato (Ciencias y Humanidades y Ciencias Sociales)
A lo largo de todo el proceso educativo utilizamos una metodología activa participativa innovadora y motivadora, enfocada a desarrollar las inteligencias múltiples y a propiciar un aprendizaje significativo en nuestro alumnado.
Para ello apostamos por el trabajo por Proyectos, el Aprendizaje Cooperativo, el trabajo en equipo y el uso responsable de las nuevas tecnologías, logrando de esta forma que nuestro alumnado desarrolle sus competencias y sea el protagonista de su propio aprendizaje.
Todo esto lo conseguimos a través de diferentes proyectos que se desarrollan a lo largo de todas las etapas educativas. Podemos destacar entre otros la Estimulación Temprana, Emat y Onmat para la enseñanza de las matemáticas, Método Glifing de lectura, Erasmus +, Ámbito Steam Erronkak, B-Maker School, Tertulias Dialógicas, Proyecto Digital de Centro…
Trabajamos en el modelo D (implantación progresiva del mismo) y en modelo B (bilingüe, euskera- castellano) e impartimos diferentes asignaturas en inglés a lo largo de todas las etapas. Ofrecemos la posibilidad de cursar Bachillerato Dual. Reforzamos nuestro proyecto de plurilingüismo con la impartición de francés y latín como optativas en las etapas superiores.
Somos un centro concertado Vedruna con una visión cristiana de la persona y el mundo.
Educamos a nuestro alumnado desde 1 hasta los 18 años, preparándolo para el futuro, en un ambiente motivador y de confianza, desarrollando la responsabilidad, el esfuerzo y la constancia, donde cada persona es única y valorada como tal.
Formamos personas íntegras, creativas, críticas, solidarias, académicamente competentes y capaces de adaptarse a los cambios. Transformadoras del mundo a través del compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
Contamos con la competencia de todo nuestro personal, su entrega, disponibilidad y formación continua para el desempeño de la labor educativa, potenciando las relaciones cercanas entre los miembros de la comunidad educativa.
Como servicio de interés público, estamos integrados en la realidad sociocultural vasca, favoreciendo el diálogo, la inclusión, el plurilingüismo y la sostenibilidad e impulsando nuevos escenarios de enseñanza-aprendizaje.
Genera confianza y propicia que las personas aprendan a ser, a querer, a quererse, a convivir y a implicarse en la construcción de un mundo mejor.
La sociedad reconoce como un referente en el mundo de la educación.
Hace visible el carisma Vedruna en todos los ámbitos de la vida del centro y su entorno.
Cuenta con educadores que asumen un compromiso de permanente actualización pedagógica y de su puesta en práctica.
Consigue que el alumnado y personal del centro se sientan orgullosos de pertenecer a él.
Promueve una actitud sostenible y de respeto hacia el medioambiente.
Es capaz de dar respuesta a los cambios constantes de la sociedad.
Justicia
Fraternidad
Libertad
Compromiso (con el proyecto educativo y con la sociedad)
Alegría
Trascendencia
Adaptación al cambio
Nuestro camino hacia la Excelencia comenzó en el curso 2004-2005, en el que empezó la formación en el modelo E.F.Q.M. de un grupo de personas, que conformaron nuestro primer Equipo de Calidad. Este grupo se encargaría de dinamizar y coordinar todo el trabajo de calidad del centro: nuestra primera Misión-Visión-Valores, el listado de nuestros factores críticos de éxito, nuestra primera matriz DAFO (nuestras fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas), …
Doce años tardó en entrar la congregación en tierras del Norte, desde que recibiera la propuesta hasta que se abrió la primera casa. En 1858, D. Mariano J. de Ibargurengoitia, párroco de San Antonio Abad, pidió Hermanas para una fundación que pensaba llevar a cabo en Bilbao. Se denegó su solicitud por la escasez de personal. Volvió a insistir sin éxito para otras dos fundaciones. Esto no le desanimó y por tercera vez, el 27 de octubre de 1870, propuso otra fundación. En esta ocasión obtuvo una respuesta favorable y en compensación por las negativas anteriores, en 1878, se le concedieron dos fundaciones, la de Zumaya ( Guipuzcoa) y la de Deusto que, por entonces, era un municipio de Vizcaya, situado junto a la ribera de Deusto, muy próximo a Bilbao.