10 de octubre: Día de la Salud Mental

La OMS subraya que la salud mental no se caracteriza únicamente por la ausencia de trastornos mentales, sino por "un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar y de contribuir a su comunidad".

Al igual que cuidamos de nuestro cuerpo, también es vital cuidar de nuestra mente. Cuando no prestamos atención a nuestra salud mental, esto puede afectar negativamente nuestra calidad de vida de múltiples maneras: desde cambios en el estado de ánimo y el comportamiento hasta tener un impacto significativo en nuestras relaciones. Todos enfrentamos desafíos emocionales, psicológicos o sociales en algún momento, y reconocer la importancia de nuestra salud mental nos permite manejar mejor estos obstáculos.

Te invitamos a escuchar la canción de Rozalén titulada “Agarrarte a la vida”

Este año, bajo el lema "Trabajo y Salud Mental, un vínculo fundamental", se pone el foco en una relación clave: la conexión entre nuestra vida laboral y nuestra salud mental.

¿Quieres conocer algún dato importante? ⅛ de personas en el mundo tienen trastornos mentales diagnosticables, el 22% de ellos niños y adolescentes. Los diferentes trastornos metales varían dependes del sexo y de la edad. Las personas que más trastornos mentales tienen son las mujeres, los más comunes son los trastornos de ansiedad y depresión. Más del 80% de todas las personas que sufren un trastorno mental viven en países con ingresos medios y bajos. La salud mental y la pobreza es frecuente por la falta de los tratamientos eficaces.

A veces tenemos que hacer el esfuerzo de reflexionar o ponernos en la piel de otras personas que sufren enfermedades. “La salud mental no es un destino, sino un proceso. Es algo en lo que tienes que trabajar constantemente”. Noam Spencer, profesor de psicología, nos recuerda que la salud mental no es un estado permanente al que se llega, sino un proceso continuo de autocuidado y crecimiento que requiere esfuerzo y dedicación en el día a día. ¡Fijaos! es más fácil decir “me duele la muela” que decir “tengo el corazón roto”.

La Biblia no habla explícitamente sobre el tema de la salud mental; sin embargo, tiene mucho que decir sobre el corazón y la mente y su cuidado. Queremos recordar unas palabras de Jesús que dicen así: “Venid a mi los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” (Mt 11,28)

Para poder llevar más allá este asunto, tenemos que comprometernos a mejorar o ayudar a las personas que tienen enfermedades; como la depresión, la ansiedad…

Estos son algunos de los compromisos que nos podrían a ayudar:

1. Reducir el estigma: Esto implica educar a la población para que comprendan que las enfermedades mentales son tan legítimas como las físicas y que las personas que las sufren merecen apoyo y respeto.
2. Mejorar el acceso a la atención: Se enfatiza la necesidad de asegurar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud mental de calidad, independientemente de su situación económica o país.
3. Fomentar el autocuidado: Promover prácticas de autocuidado, como técnicas de manejo del estrés y hábitos saludables, es un compromiso fundamental. El bienestar mental también está conectado a una vida equilibrada y la prevención de factores de riesgo.
4. Apoyo gubernamental y de políticas públicas: Los gobiernos y organizaciones deben comprometerse a implementar políticas de salud mental inclusivas y sostenibles, garantizando la protección de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales.
5. Promover espacios de diálogo: Crear entornos donde las personas se sientan seguras para hablar sobre sus problemas mentales, ya sea en el trabajo, la escuela o el hogar, es crucial para fomentar una sociedad más empática y comprensiva.

Y, tú, ¿qué vas a hacer?

(Iria P.; Paula T. y June S, 1º Bach A)

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